VISITAS

viernes, 2 de abril de 2010

CAZORLA



El parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas está situado en la provincia de Jaen y con sus más de 210.000 hectáreas es el espacio protegido mayor de España.



Lo visitamos en Agosto de 2009. Una ola de calor procedente del Sahara invadía la península y estábamos un poco acojonados de como sería el clima por la zona. Teníamos cinco días útiles para conocer la comarca, una mierda de tiempo si queríamos profundizar un poco en la materia, y viendo la climatología que nos esperaba decidimos conocer la parte de Cazorla acuatica. La más húmeda. La más fresca.













Castillo de Tíscar (Quesada)








LA CUEVA DEL AGUA


Esta gruta es una imponente bóveda enclavada en una estrecha y profunda garganta formada por la erosión que el río Tíscar ha efectuado en las moles calizas al precipitarse sobre ellas.
Se accede a la cueva a través de un túnel de unos diez metros de longitud por uno de altura dando paso al espectáculo que se pueden ver en las siguientes fotografías.













Se agradece enormemente la temperatura del lugar con muchos grados de diferencia con respecto al exterior.














Viviendas junto al monasterio de Tíscar. Encima, el castillo del mismo nombre.











CERRADA DE ELIAS


Esta ruta es una de las más bonitas que hay en Cazorla. Se trata de remontar el río Borosa desde su desembocadura en el Guadalquivir. El punto inicial está a dos kilómetros del Centro de interpretación Torre del Vinagre, junto a la piscifactoría. Aquí se deja el coche y se sigue por una pista forestal que nos lleva río arriba.



















El camino va cambiando continuamente de margen por lo que se tiene que atravesar varios puentes.










Después de andar algunos kilómetros, al llegar al vado de Los Rosales, dejamos la pista y nos adentramos en un camino para seguir por el cauce del río.












Llegamos a la Cerrada de Elías, un encañonamiento espectacular producto de la erosión del agua sobre la roca. En este tramo del río el sendero se vuelve artificial, estando colgado en algunos tramos de la pared vertical.















Este lugar es tan sombrío y húmedo que es el mejor hábitat de una especie de planta carnívora muy peculiar. Se trata de la Pinguicula vallisnetiifolia. Esta planta segrega por las hojas un líquido viscoso donde se quedan atrapados infinidad de pequeños insectos. Éstos son disueltos en el líquido y posteriormente absorbidos por la planta. Muy hábil.














Se agradece este tramo de sombra ya que el sol ya empieza a demostrar su poderío.










Saliendo del cañón nos volvemos a juntar con la pista y continuamos río arriba.
















En este tramo la pista coge altura y el paisaje que se observa es espectacular .











Si se empieza este recorrido a primeras horas de la mañana casi todo el ascenso se hace por la sombra, lo cual es de agradecer en este duro día de verano.













Desde el camino se divisa este nuevo encajonamiento del río con unas bonitas pozas y no pudimos resistirnos y, tras una fácil destrepada, nos bajamos hasta ellas para darnos el primer baño del día.






Tras el refresco comemos lo que habíamos llevado y decidimos darnos la vuelta y bajar. Hemos recorrido un montón de kilómetros y no todo va a ser sufrir. Ahora viene la parte divertida. Ir bajando y cuando te agobia el calor... ¡Bañito en una poza!, y luego en otra... y en otra....y en otra... así hasta llegar abajo.


























En el río había una especie de culebrillas que no se si serán de agua o por el calor, pero buenos chapuzones que se daban. Con ellas teníamos una especie de simbiosis inversa. Yo no te molesto y tú no me molestas. Por si acaso.





























El truco de todo esto es llevar el traje de baño puesto y solamente una camiseta y el calzado, así no te cuesta nada ir de poza en poza. A los diez minutos de salir ya estas completamente seco y......¡A la siguiente!.
















A lo largo del río nos podemos encontrar formaciones geológicas muy interesantes como este bello anticlinal.
















Cambiamos a la margen izquierda y nos introducimos en el arroyo de la Agracea, conocido también por el de las Truchas, afluente del río Borosa, donde se suceden, río arriba, una serie de pozas con un paisaje simplemente paradisiaco.














En esta foto podemos ver la unión del arroyo de La Agracea con el río Borosa. En este lugar pasamos buena parte de la tarde hasta que el sol se relajó un poco.
Con pena bajamos al coche, nos disfrazamos de guiris, y a visitar pueblos de la comarca.










LA CERRADA DE UTRERO





Desde este mirador se puede observar La Cerrada de Utrero, uno de los cañones más impresionantes de toda la sierra de Cazorla.




Este barranco ha sido excavado a lo largo de miles de años por el río Guadalquivir y en él se suceden una serie de cascadas de gran belleza.
Tenemos dos opciones para llegar a este cañón. La primera es remontarlo desde abajo, y la segunda es ir por arriba bordeando el farallón rocoso del monte El Lanchón ( a la derecha en la fotografía). Elegimos la segunda por tener unas vistas más espectaculares.





Dejamos el coche en el cruce de El Vadillo y subimos hasta el collado de El Lanchón donde comienza un suave descenso que nos lleva hasta la cerrada de Utrero



















Poco a poco comienza a verse la pared opuesta y nos vamos introduciendo en unos parajes cada vez más estrechos.








Parada casi obligatoria en el banco para admirar desde allí el paisaje.












El río Linarejos se desploma al Guadalquivir en esta formidable cascada llamada, como no, la cascada de Linarejos. Tiene que ser impresionante verla en épocas de fuertes lluvias precipitandose sin piedad sobre el fondo de la garganta.

Justo debajo de la cascada nos encontramos a gente practicando el descenso de cañones




En la foto superior se ve la cascada en toda su dimensión y en la poza inferior se intuyen los cascos de la gente.














Al fondo del estrecho, río arriba, llegamos a una pequeña presa cuyas aguas, después de encauzarlas por debajo del Lanchón a través de un túnel y lanzarlas por un tubo de fuerte pendiente, accionaban las turbinas de una central hidroeléctrica -actualmente cerrada- con la que se accionaba la serrería del Vadillo y se abastecía de energía eléctrica al pueblo.
Nos comentaban los lugareños que esta zona, en épocas de grandes lluvias se suele quedar inundada impidiendo el paso a la gente.

Para salvar este obstaculo el sendero asciende por unas escaleras talladas en la piedra para luego volver a descender.















Al fondo se puede ver al gran río de Andalucia adormecido- producto de la presa- antes de precipitarse por las agrestes cascadas de La cerrada de Utrera.
Seguimos bordeando el monte hasta llegar al punto de partida donde hemos dejado el coche.


EL NACIMIENTO DEL GUADALQUIVIR


El río Gualquivir con sus 722 kilómetros de longitud es el quinto más largo de la península y primero de Andalucia.
Nace en la Sierra de Cazorla y atraviesa las provincias de Jaen, Cordoba, Sevilla, Huelva y Cádiz.
Su nombre proviene del árabe al-wadi al-Kabir ( el río grande), los romanos lo llamaron Betis y los griegos Tharsis.
Para llegar a su nacimiento tenemos que ir al puente de las Herrerías y desde allí coger una áspera pista forestal que con alrrededor de 12 kilómetros nos deposita en el lugar.




El paisaje que se atraviesa es simplemente majestuoso








En este lugar tan pintoresco es donde nace el Guadalquivir. El agua fluye entre las piedras, pero con la sequía el nivel freático ha descendido y el manantial se encuentra unos cien metros por debajo.





Una parada en el Puente de las Herrerías para tomar el primer baño del día.
















El pueblo de Cazorla donde teniamos nuestra base de operaciones y de donde partimos todos los días a visitar la comarca.







Si hay una cosa que le caracteriza a Jaen son sus inmensos olivares. Mires donde mires, vayas donde vayas, verás un olivar







En pleno estiaje el pantano del Tranco está en plena decadencia






En esta corta visita a al sierra hemos visto fauna de todo tipo -avícola, terrestre y fluvial - destacando los grandes mamíferos como gamos, ciervos, cabras montes etc.. pero es difícil de fotografiarlos sino vas a ello expresamente ( para cuando preparas la cámara se han largado los condenados). Solo los de la fotografía de abajo como estaban tan agustito a la sombra ni se inmutaron y me harté de retratarlos.


Al marcharnos de la sierra nos fuimos con la sensación de haber picoteado solo unos granos de este gran granero que es Cazorla. Pero con la esperanza de algún día volver. Con mucho más tiempo.
FIN

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